Además de especies fijas en la lista de animales favoritos, como los delfines, las belugas, las focas o los temidos tiburones, en el Oceanogràfic de Valencia (España) conviven un nutrido grupo de animales extraños por su llamativo aspecto y menos conocidos, pero que son tanto o más atractivos que sus populares compañeros precisamente por su singularidad. En el acuario ‘Océanos’ destaca el colosal pez luna, que nada tranquilo y sin complejos entre tiburones toro: por ello es el más grande entre los peces óseos pudiendo alcanzar los 3,3 metros de envergadura y los 23.000 kilos de peso. Siguiendo este recorrido ‘friki’, el espectacular túnel de templados, con más de 70 metros de longitud, no solo es el único representante español en el listado de túneles curiosos de todo el planeta según publicó recientemente la web The World Geography, sino que además traslada a los visitantes a los acuarios donde viven algunos de los animales más raros del Oceanogràfic, y al conjunto denominado ‘Azul profundo’. En este túnel que une Templados con Tropicales se encuentran los cangrejos herradura, auténticos fósiles vivientes de los océanos, y las morenas verdes, que abren y cierran su boca de manera constante para poder mover el agua a través de sus branquias y poder respirar. Al final del túnel, se descubre un acuario con ejemplares de apariencia similar a las medusas pero se trata de animales diferentes. Son los brillantes ctenóforos, de los que se han descrito más de 150 especies diferentes, y presentan una característica singular: pueden producir luz propia o bien reflejar la que incide sobre ellos dando lugar a llamativos espectáculos de iridiscencia. En este espacio, el visitante puede observar además tres pequeños acuarios con los caballitos de mar, peces de extraña morfología, los majestuosos dragones de mar, expertos en el arte del camuflaje, y las temidas medusas que hipnotizan con sus delicados movimientos de natación. Además, en Templados se encuentra también los cangrejos gigantes del Japón cuyos cuerpos pueden llegar a medir 40 cm. y su longitud total contando con el desproporcionado tamaño de sus patas puede rondar los 4 metros. En el espacio ‘Azul Profundo’ hay un conjunto de cinco tanques de pequeño y mediano tamaño donde se representan ecosistemas de profundidad de aguas frías y escasa luz. Debido a estas condiciones, los animales que allí habitan presentan curiosas adaptaciones: peces como el San Pedro dotados de unas llamativas crestas, el gobio de rayas azules y los peces piña, con sus espectaculares escamas amarillentas que le dan el curioso aspecto por el que se le conoce. También podemos observar invertebrados como los nautilus, los santiaguiños, las gorgonias o las anémonas fresa. Sin lugar a dudas os recomiendo que , si podéis, no dejéis pasar la oportunidad de vivir la experiencia única que ofrece el Oceanografic de Valencia. A continuación os dejo algunas fotografías de las especies extrañas que os he comentado.
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